viernes, 10 de diciembre de 2010

Ilegitimidad de la ley.

Una ley nunca es dictada por la sociedad, sino por quienes la representan. El hecho de tener representantes nos quita el derecho de tener el poder sobre las leyes, por ello los gobernados tendrán que atenerse a lo que diga su representante. El poder de los gobernados se manifiesta por el acuerdo que tienen un conjunto considerable de personas de la masa y la minoría tendrá que resignarse a asumir la posición de otros, luego este poder podrá contrarrestar la ley dictada por el gobernante. Por ello la ley es ilegitima, porque no está establecida con respecto al acuerdo condicionado por toda una sociedad, sino por algunos.

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