La comprensión de la melodía del mundo es vital para que el hombre se entienda así mismo, en la magnitud con que se manifiesta por sus acciones y mientras entienda la posición en la que se encuentra, es decir cuando el hombre se observa comprendiendo a la naturaleza como naturaleza y a los hombres como hombres, esto luego de escuchar la armonía de lo supuestamente cotidiano. Es decir, el sentido de la vida es reflejada tanto por la armonía y la melodía, no se puede llegar a la armonía sin antes haber llegado a comprender la melodía y no se puede comprender la melodía sin antes ver la complejidad con que se manifiesta la armonía; entonces la melodía se manifiesta en el entendimiento de la unicidad de mundo y la armonía es la diversidad de los tonos con que se entiende al mundo. Nadie más que el hombre puede llegar a un entendimiento metafísico y vital del universo por medio de la música, siempre y cuando la música comprenda perfectamente al universo y al mismo tiempo manifieste la vitalidad que tiene con relación al hombre.
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