La garantía de vivir una vida plena solo se la da el hombre, en el momento en que decide poner seriedad a un asunto que realmente le interesa, este es el amor hacia sí mismo. Nadie que el algún momento no haya tenido una vida plena podrá querer su vida, aquí empieza el origen del suicidio. Entonces ¿Cómo estamos seguros que lo que nos interesa es realmente lo que nos interesa? La respuesta no está en la capacidad de seguridad e indecisión que tenemos, sino la respuesta está en el conocimiento, porque cualquier cosa que nos llegue a interesar deberá ser algún objeto de conocimiento y la seguridad solo será una escusa frente al conocimiento.
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